Agua para consumo humano es aquella que se utiliza para la ingesta, la preparación de alimentos y la higiene personal entre otros usos domésticos. Esta puede ser de calidad potable o no potable. En Costa Rica 2069 acueductos suministran agua para consumo humano. El 43.2% de esta población es servida por el ICAA, el 17.1% por 33 municipalidades; el 4.7% por la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH); un 24.4% por acueductos rurales y asociaciones de usuarios; y un 9% por pozos privados o fuentes comunes.
Durante el año 2002 el 97.3% de la población costarricense (3.987.369) recibió agua para consumo humano (ACH). Esta información no debe llevar a confusión, pues vale aclarar que agua para consumo humano no es sinónimo de agua potable, y que solamente el 48.35 % de los acueductos en Costa Rica suministran agua potable, en su mayoría operados por AyA. En términos de cantidad de población abastecida con agua potable, esta llega al 75.8%, que representa un incremento del 3.3% con relación al año 2000. El 46.9% de los acueductos suplen agua potable, y se ubican principalmente en la Gran Área Metropolitana (GAM) y centros urbanos. Solo el 19% de los acueductos recibe agua tratada con cloro. Un 75,8% de la población recibe agua bajo programas de vigilancia.
Un total de 33 municipalidades que operan 245 acueductos abastecen el 16.4% del total de la población del país. De esa población un 56.7 % fue proveída con agua de calidad potable y un 43.3 % con agua no potable. Del total de acueductos operados por municipalidades a diciembre del 2002, 141 ofrecían agua potable y 104 agua no potable.
Por su parte las Asociaciones Administradoras de Acueductos y Alcantarillados (ASADAS) operaron un total de 1648 acueductos durante el año 2002. Para el informe anual de la calidad del agua para consumo humano el Laboratorio Nacional de Aguas de AyA (LNA) evaluó 1570 acueductos de estos, que abastecen al 22.5% de la población del país. Del total de acueductos operados por ASADAS 190 son clorados, 76 no fueron evaluados y 1382 son no clorados. El alto porcentaje de acueductos rurales sin cloración pone en evidencia el enorme riesgo al que están expuestas las comunidades que son abastecidas de agua para consumo humano por las ASADAS ya que la desinfección final del agua para consumo humano es la ultima barrera para evitar la propagación de enfermedades transmisibles por el agua.
Estadísticas del Ministerio de Salud demuestran que en los últimos años se ha visto un aumento en la incidencia de enfermedades relacionadas con el agua. La diarrea como enfermedad asociada al recurso hídrico, ocupa el segundo lugar como causa de muerte en el grupo de las enfermedades de declaración obligatoria. A pesar de que Costa Rica ocupa el lugar numero 43 en los Índices de Desarrollo Humano Sostenible (La Nación, 2003), y de que la reforma del sector salud es considerada como una de las de mayor avance en América Latina, la salud de un alto porcentaje de la población costarricense esta amenazada por la calidad del agua para consumo humano- 24 % de la población costarricense consume agua de calidad no potable- que llega a sus hogares y por la ausencia de sistemas adecuados de saneamiento ambiental. La utilización de agua potable y los medios adecuados de saneamiento son la mejor y única forma de prevenir enfermedades transmisibles por el agua.
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